En este post vamos a hablar del temido efecto rebote y tiempo de permanencia en página, dos sencillas métricas que nos dan mucha información sobre cómo están funcionando las visitas a nuestro sitio Web.
Y es que, en general, una tasa de rebote por encima del 70% es un mal dato.
Ésto quiere decir que 7 de cada 10 visitas a tu web no navegan ni interactuan por tu sitio.
Es decir, no visitan tus páginas de productos o servicios, ni de “nosotros o sobre mí”, contacto, etc., por lo que queda claro que no les interesa lo que ofreces o no entienden bien tus textos.
Ojo, puede ocurrir que tu web solo tenga una página, por lo que lógicamente esto es normal e inevitable.
Pero superar esa tasa de rebote indica que algo va mal y además a Google no le gusta ni un pelo.
Si además a ese dato le añadimos que el tiempo de permanencia en página está por debajo de los 20 segundos, tenemos problemas graves de verdad.
Estos son unos datos verdaderamente horribles si eres blogger, si tu página Web está enfocada a la venta de algún producto o servicio o si eres el responsable de comunicación y estrategia digital de una marca. Está claro que tu página Web no retiene a las visitas.
Es muy posible que alguna vez te haya ocurrido.
Estás buscando, por ejemplo, repuestos para coche.
Haces la búsqueda en Google y te aparece en las primeras posiciones una página que ofrece “repuestos para tu coche, los más baratos del mercado”.
Haces clic, entras en la Web y resulta que son repuestos, pero para coches teledirigidos.
Ni 3 segundos y clic en la equis roja. No es lo que estabas buscando, hay un problema en la comunicación.
Vale que es un ejemplo muy exagerado y torpe, pero la idea es ilustrar cual puede ser una de las razones para que tus visitas huyan de tu Web.
La comunicación es confusa y está mal enfocada, por lo que recibes visitas que no estaban buscando exactamente tu producto pero que se han visto confundidas por tu comunicación.
Hoy en día todos vamos con prisa.
En Internet hay tal cantidad de información que nos hemos vuelto muy selectivos.
No nos conformamos con cualquier cosa que encontramos. Hay tanto para elegir que podemos permitirnos despreciar aquello que no se adapta a nuestras necesidades, sean estas informativas o de tiempo.
Y con los tiempos de carga de una web pasa lo mismo.
Aproximadamente un 40% de los usuarios abandonará tu página web si esta tarda más de 4-5 segundos en cargarse.
Por tanto, revisa tu lista de pluggins, habilita la compresión GZIP y AMP de tu página y evita todas aquellas herramientas de medición y analítica que no sean realmente imprescindibles.
MÁS DE 5-6 SEGUNDOS en cargar, SALIDA DE LA VISITA SIN NAVEGAR.
No hay nada que nos fastidie más que entrar en una página web y no encontrar lo que buscamos fácilmente.
Los menús sobrecargados y con varios niveles desplegables son confusos e incomodos.
Procura aligerarlos lo máximo posible agrupando los productos por categorías y estudiando la arquitectura de la información de tal manera que el usuario pueda encontrar lo que busca en menos de tres clics.
Piensa que, como usuarios de Internet, no nos paramos a pensar en cómo quiere explicarnos las cosas el webmaster.
O lo ponemos fácil y comprensible o la visita escapará a la mínima fricción.
Si tu página Web está dedicada a los anuncios y es lo que te genera ingresos no hay nada de que hablar.
Pero si no es así, procura no enterrar tu contenido entre banners y anuncios de Google Ads.
Piensa que cada vez más usuarios tienen en su barra de marcadores un Ad-blocker, con lo que además de no sacarle provecho a ese modo de publicidad estarás entorpeciendo el funcionamiento de tu sitio Web.
Seguramente esto también te ha ocurrido más de una vez.
Has visto en Facebook o Twitter un titular de los más atractivo, has hecho clic en el y te ha mandado a una página Web.
Pero en los cuatro o cinco primeros párrafos te das cuenta de que aquello es un “petardo infumable”, carente absolutamente de valor y que no te va a aportar nada.
Resultado: la visita no pasa más de 20 segundos en tu Web y escapada por la temida “equis roja”.
Por tanto, procura crear contenido de calidad y único, aportando valor a tus usuarios y procurando crear engagement, que enganche.
Y este contenido puede venir en formato video, escrito, infografías, fotografías, etc.
Hay montones de opciones para generar y actualizar el contenido de tu página Web.
Pero como en cualquier planteamiento que hagas de comunicación online y marketing digital, pon siempre a tu cliente en el centro de toda estrategia. Es la única forma de que conectes con él y se sienta identificado con tu mensaje.
Es muy posible que tu página Web fuese una pasada hace 5 años.
Pero la triste realidad es que las modas y diseños de los sitios web cambian, la tecnología avanza y una página que hace 5 años podía ser la bomba hoy en día puede parecer un 600 pintado de azul.
De hecho, es posible que ni tenga respònsive design, que incorpore flash (algo que Google odia) y que la usabilidad sea pésima o incomprensible por el usuario de hoy.
Y como sabes, la imagen es lo primero que nos entra por los ojos.
Claramente eso por si solo no va a hacer que la web funcione y cumpla con su objetivo, pero definitivamente influye.
Entrar en una web que no tiene ordenada la información que buscamos puede ser agotador para el visitante.
Por otro lado, encontrar las secciones sin coherencia y colocadas sin haber hecho antes un estudio previo puede dar un aspecto muy poco profesional.
Es fundamental tener un plan previo de cómo queremos ordenar todo el contenido de nuestra Web.
Y como siempre, insisto en que sobre todas las cosas debemos pensar en el usuario y en cómo o busca y recibe la información.
El diseño responsivo (o responsive design) se refiere a la capacidad que tiene una página Web para adaptarse a los tamaños y resoluciones de los diferentes dispositivos de conexión a la red (ordenadores, portátiles, tablets y toda la gama de smartphones)
Los Smartphone han irrumpido en nuestras vidas con una fuerza descomunal en muy poco tiempo.
Y a la hora de buscar información en tiempo real y al momento, han desbancado a los portátiles, a los ordenadores de sobremesa y a las tablets, dispositivo este último que no ha terminado de cuajar en la sociedad.
Por todo esto, es muy importante que nuestro sitio web este perfectamente adaptado a los teléfonos móviles ya que una gran parte del tráfico va a venir por ese canal.
Pero además de que el diseño sea responsivo, hay que adecuar el contenido que se debe mostrar en teléfonos ya que el usuario apenas le va a dedicar tiempo a leer.
Por tanto, la información que aparecerá en dispositivos móviles debe ser más reducida y directa, que cuente nuestro mensaje rápido, fácil y claro.
Este es uno de los problemas principales de muchas páginas Web comerciales.
Si tu objetivo es vender un producto o servicio, coloca estratégicamente botones de acción por todas partes (sin pasarte, claro)
Hay páginas de una web que generalmente son callejones sin salida y mal aprovechadas.
¿Sabías que la página de sobre nosotros es la segunda más visitada de una web? Entonces, sabiendo que muchas visitas van a ir allí, ¿porque no pones un par de botones de enlace a tu producto/servicio y otro a la página de contacto?
Y en la página de contacto, una vez rellenado el formulario redirígelos a una página de Gracias y allí colocas otro botón de volver a la home.
La idea es que cuanto más tiempo estén por tu web más posibilidades tienes de explicarle quien eres, que te conozca y confíe en ti y que te recuerde.
Y a veces, hasta lo compartirá con su grupo en redes sociales, amigos, etc.