No se concibe a día de hoy tener un negocio y que este no tenga presencia en el canal Online.
Indiscutiblemente, todos utilizamos Internet para buscar productos o servicios, comparar precios, contrastar opiniones o saber más acerca de proveedores.
Y aunque este apartado ha avanzado notablemente en los últimos años, aún hay empresas que no valoran adecuadamente que su presencia online debe ser profesional, eficaz para que les acerquen a sus objetivos de ventas.
Es muy frecuente encontrase con sitios web de negocios con una imagen bastante pobre, técnicamente mal desarrolladas y con pocas posibilidades de ser útiles para conseguir los resultados deseados.
Webs de servicios tecnológicos con una imagen del pasado y técnicamente muy mal desarrolladas.
Webs de marketing digital con un planteamiento de marketing digital nulo.
Webs de restaurantes con imágenes horrorosas y nada apetecibles, etc.
Páginas con una apariencia desfasada, mala experiencia de usuario, confusas y difíciles de entender por el usuario que muy raramente se convertirá en cliente..
Y del apartado técnico mejor ni hablar.
Ni SEO onpage, ni estructura de etiquetas Hx, ni nada de nada.
En muchas ocasiones es un milagro que aparezcan en Google.
Porque hacerse una página web medianamente atractiva es lo más fácil.
Hay herramientas tipo Wix y demás que ofrecen su producto a la gente haciéndoles creer que con ese tipo de web van a estar visibles en la red. Y no es cierto.
Ese tipo de herramientas son para webs amateur.
Hay que tener en cuenta que el éxito de una web está repartido en muchos factores: usabilidad, apariencia, tecnología, contenido, dinamismo, programación, etc.
Y después se preguntan por qué su página web no les trae más visitas. O las que llegan no compran ni se registran.
La respuesta es clara: todo el trabajo está mal o nulamente planteado y tu competencia lo está haciendo mejor, por lo que se está comiendo todo el pastel.
Para poner un poco de luz sobre cuáles son los puntos básicos para que tu imagen online sea más efectiva y puedas empezar a pensar en mejorarla, vamos a hacer un repaso sobre 6 puntos elementales que harán que tu presencia digital empiece a ser más profesional.
Sin duda esta es la base de cualquier estrategia de comunicación online.
Porque es a partir de tu página web desde donde puedes empezar a construir tu presencia en la red.
Con una Web corporativa bien desarrollada tienes la oportunidad de contar a tus potenciales clientes que ofreces, a que precio, dónde estás y porque deben confiar en ti. Que te diferencia de otras opciones y quién eres, entre muchas otras cosas.
Y en este sentido, no solo cuenta que visualmente sea atractiva.
El contenido, tanto de imágenes como de textos, debe estar enfocado a resolver las dudas que les puedan surgir a los usuarios.
Técnicamente debe estar bien hecha para que Google entienda perfectamente a que te dedicas y que la experiencia de usuario sea positiva.
Y la realidad es que muchas empresas le dan poca importancia a este aspecto, pero es fundamental para que todo lo demás funcione.
Una Web muy bonita o moderna sin un contenido que convenza, aclare y seduzca es como una cara bonita sin cerebro.
Otro aspecto básico y fundamental. Tener muy claro el objetivo de tu página Web.
Porque de nada vale ponerse a construir una web y desarrollar una estrategia de contenidos, SEO o de redes sociales si no sabemos hacia donde apuntamos.
Los objetivos pueden ser escalables y variables, según el punto en el que nos encontremos, pero debemos marcar unas metas que nos permitan avaluar la efectividad de las acciones publicitarias que emprendamos.
Los objetivos deben ser reales y medibles, como por ejemplo incrementar las visitas en un 15%, aumentar las ventas en un 10%, retener las visitas y conseguir un incremento de los registros, etc.
Después de la página web, que debe desarrollarse en base a estos objetivos, éste es uno de los elementos más importantes a la hora de conseguir una presencia online eficaz y un trabajo igualmente efectivo.
Perfecto. Ya tenemos la web y hemos fijado unos objetivos.
Ahora tenemos que estudiar cómo llegar a ellos.
Y para eso vamos a definir y seleccionar la estrategia adecuada.
Puede ser una estrategia de campañas SEO, con la finalidad de posicionar nuestra página en Google y aparecer en las 5 primeras posiciones de las búsquedas más frecuentes de nuestro producto o servicio.
También podemos optar por una estrategia de marketing de contenidos en redes sociales, que pueden ser escritos, en formato video o de audio.
Lógicamente, todo ese desarrollo tiene que ser coherente con el público al que vamos dirigido, sabiendo el tiempo del que dispone para consumir ese contenido, dónde los buscan y cómo, etc.
Otra opción es hacer campañas de e-mail marketing a nuestra lista de suscriptores, creando cadenas de e-mails que preparen al cliente. De esta forma podemos ir desarrollando un embudo de ventas que nos posibilite ir segmentado a cada receptor según interáctue para así detectar su sentimiento de compra y variar el mensaje en base a estos datos.
Además, la tecnología nos permite evaluar los datos de todas y cada una de nuestras acciones, lo que facilita detectar rápidamente fallos en la comunicación, así como potenciar aquellas que resulten mejores.
4) Crear contenido
Otro aspecto fundamental y algo más complejo.
Crear el contenido adecuado para nuestra web y/o redes sociales tiene más trabajo del que a priori pueda parecer.
Y sobre todo, que ese contenido despierte el interés de nuestros potenciales clientes y los mueva a la acción, es decir, a comprar, registrase o venir a nuestro negocio.
Para conseguir todo eso es necesario conocer bien a nuestro cliente y saber que le asusta, que le provoca angustia, que le hace feliz y donde puede estar buscando nuestro producto o servicio.
Hay que hacer un exhaustivo estudio de nuestro buyer persona o comprador y comunicarnos directa y claramente con él.
Y no hay que caer en el error de contarle las cosas tal y como nosotros lo vemos, sino teniendo en cuenta como le gustaría recibirlo.
Y que sienta que está hecho pensando en él, no en nosotros.
Después viene el apartado técnico de crear contenido. No es tanto lo que escribes sino como lo escribes.
Hay montones de formulas publicitarias ya muy testadas que son la base para crear nuestros mensajes comerciales. Por eso, conocerlas bien y saber aplicarlas es imprescindible para que nuestro mensaje llegue al cliente y lo active para comprar.
Como veras, todos los pasos aquí descritos tienen una secuencia lógica.
No se puede empezar por la mitad, para ir al final y luego al primer punto.
Todo este trabajo de mejorar y optimizar nuestra presencia online debe hacerse en este orden.
Por lo que cuándo lleguemos a este punto debemos tener todo lo anterior estudiado y desarrollado.
Cómo refuerzo a nuestra página Web, es importante tener presencia en redes sociales.
Por tanto, tenemos que definir en que tipo de plataforma vamos a volcar nuestros esfuerzos.
No es lo mismo el público de Facebook que el de LinkedIn o YouTube.
Cada una de estas plataformas de redes sociales tiene su idiosincrasia, funcionamiento y utilidad.
Por último y no por ello menos importante, debemos analizar constantemente los resultados de nuestro esfuerzo, potenciando aquellos puntos que funcionan bien y rectificando aquellos que no lo están haciendo.
Internet tiene, entre otras muchas ventajas, la posibilidad de analizar la información en tiempo real y modificarla rápidamente en caso de que no funcione, optimizando así los esfuerzos y la inversión en busca de los mejores resultados.
En definitiva, conseguir una presencia online efectiva y rentable es un trabajo que requiere de unos conocimientos mínimos, mucho trabajo, tiempo y paciencia.
Porque no vale con tener una página web y esperar que eso traiga resultados sin hacer nada más. Eso no funciona nunca así.
Hay que tener en cuenta que de una manera o de otra, debemos generar trafico y visitas y que estás compren o dejen su contacto.