Marketing en el sector sanitario tras la COVID-19
22 de febrero de 2022Presencia Online: haz visible tu negocio en Internet
18 de enero de 2023Estar en Internet es fundamental hoy en día para las empresas. Pero ¿de cualquier forma?
No cabe la menor duda de que a día de hoy tener presencia en Internet es fundamental para cualquier PYME, empresa, negocio, etc.
Pero…¿conocen las empresas a fondo cómo debe ser nuestra presencia en la red ?
¿Son conscientes de que una mal gestionada presencia en Internet puede producir reacciones adversas o no deseadas ? Y en este caso, ¿es mejor no estar, que estar haciéndolo mal ?
Por norma general, en España hay un desconocimiento importante de lo que significa estar en Internet de manera profesional.
Se desconoce cómo aprovechar al máximo las opciones que la red nos ofrece de cara a conseguir que nuestra presencia sea óptima y que esto nos traiga un mayor volumen de negocio.
Las empresas contratan a alguien que les hace una “Web chula” , con todo el diseño, colorido y funcionalidades que necesiten y ya está; la cuelgan en Internet y a esperar contactos, ventas, registros, etc.
Pero la cosa no es tan sencilla.
Partiendo de la base de que la web, además de ser atractiva, debe estar bien estructurada, pensando en el SEO y con un copywriting adecuado para el objetivo del sitio.
Y que, por supuesto, cuente con “responsive Design” ( es decir, que este perfectamente adaptada para mostrarse en los diferentes soportes móviles, Android, Apple, tabletas, etc..).
Es importante que dicha web y su contenido sean coherentes con el producto.
Deben haberse estudiado detalladamente las palabras clave y su colocación para que nos hagan subir en posiciones y aparecer en las primeras páginas de los buscadores. Es también muy importante que este perfectamente “conjuntada” con nuestras redes sociales.
Estas, lógicamente, deben estar en consonancia y alineadas con el discurso que ofrecemos en la web.
Por otra parte, debemos tener un blog que funcione habitualmente y con entradas periódicas, con contenidos relevantes de nuestro negocio y utilizando keywords abiertas; y de nuevo ser coherente con el resto de canales, acciones,etc.
Todo esto en muchas ocasiones las empresas se lo encargan a un conocido o empleado que hace de “Community manager”, además de otro montón de tareas; este piensa que con subir fotos y comentarios a las redes sociales es suficiente.
Pero en estos casos el problema ya no es tanto que tenga o no los conocimientos necesarios para llevar a cabo esta tarea; el problema suele venir porque no le apetece, es un trabajo más que le ocupa tiempo y por el que no siente emoción ninguna.
Y cuando hacemos las cosas sin tener ningún estimulo, si no sabemos como hacerlo correctamente, el resultado suele ser malo.
Igualmente, y por norma general, no hay implantadas en las webs herramientas de análisis.
Y en el caso de haberlas, nadie saben cómo funcionan ni serían capaces de hacer un análisis de los datos para corregir rápidamente aquellos elementos o mensajes que nos estén indicando si hay algo que no va bien.
Sin duda en algunos casos alguien nos llamará por teléfono o se registrará en nuestro formulario de contacto.
Pero nunca sabremos cuantos no lo han hecho y por que; si hay otros targets que no habíamos detectado y que pueden ser interesantes.
Pero en definitiva, la empresa está satisfecha porque tiene una web bonita, creen que su imagen en Internet está correcta y se sientan a esperar resultados.
Y más tarde o más temprano llega la gran pregunta:
¿por qué no se alcanzan mayores cuotas de mercado, si mi página es súper chula y a la competencia si le funciona?
La respuesta, en el 90% de los casos, es que no hay un trabajo profesional detrás.
Pero el tema puede ser peor, ya que muchas veces la página que nos han hecho hace unos años ya no está actualizada.
Y al ser algo muy básico y que solo fue un “gasto” que no trajo resultados, la hemos abandonado y dejado de controlar, con lo que ya ni funciona.
Confunde a los clientes, tarda mucho en cargar y el “Tío Google” nos penaliza y aparecemos donde van los cadáveres que no queremos que se encuentren, es decir, de la tercera página del buscador para atrás. Ahí ya no mira nadie, nadie nos contactará si estamos tan mal posicionados.
Y el problema de que todo esto no funcione bien es que nuestra presencia en Internet se puede volver contra nosotros.
Hay que entender que lo que mostramos y cómo funciona dará pistas a nuestros posibles clientes de quienes somos y como hacemos las cosas.
Y si no hacemos bien las cosas, los clientes no confiarán en nosotros.
Cómo usuarios, si la página tarda en cargar, nos vamos para generalmente no volver.
Si el proceso de compra no está bien dirigido este no se acaba consumando.
Si tus textos no seducen, el usuario se aburre, o no encuentra las respuestas que busca, hace clic en la equis roja.
Si por cualquier razón hemos cometido un error, el mismo puede correr como la pólvora por la red entre nuestros clientes.
Una mala opinión en la red es algo que se puede viralizar más rápido que una buena, y el desastre puede ser total.
Y lo peor de todo esto es que tal vez no seamos ni conscientes de que la competencia nos va comiendo terreno.
Y tal vez cuando queramos actuar sea demasiado tarde, ya que arreglar las cosas en Internet no va tan deprisa como algunos piensan.
Partiendo de un error. O de varios.
En una gran mayoría de los sitios comerciales que hay en Internet, desde un punto de vista profesional se encuentran multitud de errores.
Las empresas desconocen conceptos tan básicos como escribir pensando en el SEO.
Desconocen cómo usar herramientas de analítica que, además de no costar nada ya que son gratuitas, nos ofrecen un montón de información valiosa sobre cómo se comportan nuestros clientes, que buscan dentro de nuestro sector, como podemos captarlos, cuándo y dónde, etc. Esta es la magia de Internet.
Las empresas deben concienciarse de que para sacar todo el partido a nuestra presencia en Internet es decisivo contratar el servicio de una agencia de marketing digital, consultoría de negocio 2.0, reputación online, CopyWriting, etc.
Bien sea por separado o buscando una que nos ofrezcan servicios integrales, ya que en una misma acción seremos capaces de contar lo que queremos sacar de Internet.
Les asesorarán de cómo hacerlo y que todas las acciones se hagan de forma coherente y conjunta.
Hay que confiar en una agencia que sepa lo que hay que hacer, dónde, cuándo y cómo.
Una agencia que entienda el lenguaje de la red, que pueda explicar dónde fallamos y cómo corregirlo.
Pero también que entienda el lenguaje empresarial.
Que sepa cuáles son las necesidades y limitaciones que tiene un negocio, estudiando uno por uno cada caso para dar la mejor solución posible.
En definitiva, al igual que se hace con otros servicios que necesitamos como puede ser la gestoría, la limpieza, la formación, etc., en la cuestión de Internet hay que ponerse en manos de expertos.
Personas que pongan su marca donde se merece y que traigan negocio, que al fin y al cabo es el objetivo de 99,9% de las empresas.
Solo así se alcanzan los resultados esperados.