Tienes una página web para tu negocio, pero las cosas no están saliendo como tú pensabas. Algo está fallando, no tienes la menor duda.

Y constantemente te preguntas ¿Porqué no está funcionando?

La web es bonita, las fotos son buenas, el producto es fabuloso y el precio está dentro del mercado…¿Porqué no vendo más?

Y entonces repasas mentalmente cada parte de tu web buscando el punto de falla. Aquí hay algo que no está bien.

Vamos a buscar el pósible problema y a hablar de la solución: El CopyWriting.

No olvides esta palabra, «CopyWriting». Al final sabrás porqué.

Pero vayamos al principio de la historia.

Antes de hacerte la web te paraste a pensar en tu producto y en tus clientes ideales.

Pensaste en las características diferenciadoras que te hacían destacar.

Miraste páginas similares a la tuya y tenías más o menos claro como la querías.

Es de libro, hasta ahí todo bien.

Hablando con amigos y mirando en Google, buscaste una agencia de diseño Web, si es posible no muy cara.

Pudiste comprobar que hay de todos los precios, solo tenías que escoger la que más se adaptaba a tus necesidades.

Pero encontraste una que tenía trabajos anteriores bonitos y te decidiste por ellos.

-Esta Web es justo como quiero que se vea mi negocio. Me gusta.

Además, y al mismo tiempo, esto te confirmó que en Internet se encuentra de todo, ¿Porqué tú ibas a ser menos?

Le dísteis unas vueltas al diseño de la web, al logo y a la tipografía.

Analizasteis donde poner el botón de compra o contáctame y enlaces a tus redes sociales.

Hiciste unos textos describiendo todas y cada una de las características de tu producto, con unas buenas fotos.

Y además de una Home con un slider molón, te hicierón una página de “sobre mi” que deja bien claro quién eres:
“Soy un joven de 30 años, que tiene más de 10 años de experiencia en el sector. Ahora me he decidido a emprender en solitario, y bla bla bla, ofreciéndote el mejor servicio al mejor precio y bla bla bla, quedaras totalmente satisfecho. 100% garantizado.” Lo típico, un sobre mi  igual que casi todos los que hay por Internet.

Paralelamente has pasado muchas horas dándole vueltas a cómo hacer llegar tu mensaje por todo Internet, mostrar tu producto a todo el mundo.

Y mientras hacías esto, al igual que todos, soñabas con todo lo que ibas a hacer cuando la pasta empezase a entrar por tu Web. Comprar más material, ampliar el local, contratar más gente…Y tal vez un buen viaje, dentro de un año o dos.

Y en el peor de los casos, ganarte un sueldo para vivir.  Pero no tendrías jefes. ¡Ibas a ser libre..!

( este “peor de los casos” es la releche a día de hoy )

Fenomenal. Ya está. Compraste tu dominio, contrataste tu hosting y subiste la Web.

Ahora se lo cuento a mi familia, amigos y conocidos, lo meneamos un poco por redes sociales y que empiece el Rock and Roll.

Las primeras semanas se te añaden los colegas a tus redes sociales, los primos y algún vecino. Vas contándole a todo el mundo lo que haces y das tu dirección Web a diestro y siniestro.

Vendes algún producto a los más allegados y la página tiene algunas visitas (probablemente sean los mismos de antes).

Bueno, el camino más largo siempre empieza con un paso, eso lo sabemos todos.

Pero a medida que pasan las semanas ves que no avanzas. Parece que tu camino va a ser muy muy largo y que tus pasos son muy muy cortos.

Entran algunas visitas a tu web, de vez en cuando despachas algún producto, un “like” en Facebook y un “follow” en Twitter (de un tío de Pekín que vende paraguas), pero poco más.

Poco a poco se va difuminando el BMW que habías mirado. Ya no piensas en más personal, sino en el recibo de autónomos que viene todos los meses.

Y ya lo estás viendo venir: de vacaciones al pueblo, como todos los años.

Y entonces llega la desesperación.

Tú sigues poniendo ofertas de tu producto en Facebook, pero hace tiempo que ya ni tus conocidos te dan “like”.

Te hinchas a poner fotos de producto en Instagram, ofertas en Facebook del tipo “Compra ahora miProducto al mejor precio del mercado”, colocas hastags creativos en Twitter del tipo #FelizLunes o #Es viernes como mola, vamos a hacer la Ola, te creas algún Post y lo mueves por LinkedIn…

En fin, metes horas en pensar que hacer para que tu página web te haga vender más.

Pero no pasa nada que no sean los días.

Te empiezas a preguntar si tu página se ve bien. Empiezas a pensar que Google a lo mejor no te indexa bien.
¿O tal vez será que cuando alguien me busca aparece la temida página Error 404 Not Found? Porque eso es lo que parece, que no te encuentra nadie. NOT FOUND. No existes

Y entonces empiezas a dudar de que la idea fuera tan buena.

Empiezas a pensar que has tirado el dinero.

Y lo que es peor, empiezas a pensar que has perdido el tiempo y la energía. La esperanza y los sueños. Todo tu proyecto se va evaporando, tus esperanzas vuelan y piensas en cerrar.

Ehhhh! Dónde vas, un momento, para el carro! No todo está perdido.

Vamos a buscar una explicación. Y una solución. Y vamos a hacerlo juntos.

Veamos.

Si el producto es bueno, si has hecho bien todo el trabajo de detección del target, si tus precios son los adecuados, la web funciona bien y esta chula, ¿Dónde puede estar el problema?

Lo más probable es que no sea ningún problema de indexación, técnico, de diseño o algo por el estilo.

Hay algo que es muy frecuente en las páginas que no cumplen con los objetivos previstos

Tal vez tus textos no sean persuasivos. Igual la gente se aburre dentro de tu web. No los estas convenciendo a que compren tu producto. No seduces al usuario.

Si tu producto es bueno pero no impacta emocionalmente en tu cliente, este no te escuchara. Es como intentar gritar ¡Hala Madrid! en el Bernabéu el día de la final de la Champions y pretender que todo el mundo te preste atención a ti. Imposible

Es casi seguro que no tienes un trabajo de CopyWriting profesional, tus textos no venden.

Pero ¿qué es eso del CopyWriting? ¿De qué estamos hablando ahora? 

Es verdad, los copywriters a veces nos embalamos

Lo mejor para explicar un término tan inusual como este es, a mi juicio, un buen ejemplo.
Imaginate una valla publicitaria de esas que hay por las carreteras. De las grandes, de las que miden 8 mt. de alto por 20 de ancho (más o menos, no sé lo que miden exactamente).

O lo mismo en un anuncio de Internet. O en una revista, en un video, me da igual el formato

Imagínate que la imagen es de una impresionante playa del Caribe. Mucho Sol, aguas transparentes, arena blanca, preciosas muchachas y fornidos morenos paseando, mojitos en las hamacas..

¿Lo ves, te lo imaginas? Bien.

Ahora visualiza el texto. No pierdas la imagen en tu mente, pero añádele este texto:

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Ya está. La imagen es chula y venderán. Pero seguro que más de uno pensará:
–Uff, 1200 pavos es pasta, me lo pensaré. Y al final es posible que la venta se pierda

Ahora vuelve a visualizar la imagen, pero ponle este otro texto.
Vamos a ello.

¿Llevas todo el año trabajando duro, de lunes a viernes?

Se acerca el verano y te has ganado un buen descanso.

Llega el momento de divertirte y olvidarte de todo el stress acumulado.

Porque has pasado todo el año sacrificándote, madrugando, trabajando 8 horas al día y  dando lo mejor de ti mismo. 

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¿Cuál de los dos te apetece más?

Vale que es un ejemplo muy básico y exagerado, pero lo que busco es hacerte reflexionar sobre como cuentas las cosas en tu Web, quiero explicarte lo que es el CopyWriting.

La imagen del cartel puede ser fenomenal y atraer la atención por si sola.

El precio puede ser el adecuado y los canales de comunicación los necesarios.

Pero si no la acompañamos con un mensaje atractivo, si no te invita a soñar y te lleva a la acción, no vale para nada.

Y es posible que esté ocurriendo lo mismo con tu Web.

Por eso estás leyendo este post, porque he captado tu atención y algo se ha removido en tu interior. He tocado tu punto débil, tu punto de dolor.

Tal vez la página sea chula y el producto sea súper bueno. Tal vez estés haciendo un esfuerzo grande en subirlo a redes sociales.

Tu página debe convertir características en beneficios. Debes hacer soñar a tu cliente con todo lo que ganará comprando tu producto. Tienes que hacer que lo desee, llevarle por una experiencia sensitiva que haga le inevitable pinchar en el botón de compra. Tiene que estar en la fiesta cuando lea tus textos.

Si tu contenido es pobre, soso y poco emocional no lograras buenos resultados JAMAS.

Esto es lo que en muchos casos se olvida a la hora de hacer una web y presentar tu imagen en el canal digital.

Y todo esto tiene una tecnica que no es nueva ni improvisada.

Este es el trabajo de un buen CopyWriters, despertar emociones e impulsos en tu cliente. Y no se escribe todo por casualidad. Detrás de un buen trabajo de CopyWriting hay muchas horas de investigación, de análisis, de búsqueda de palabras clave. Y por supuesto de un poco de habilidad redactando.

Pero el resultado es la diferencia entre una Web que atrae clientes y genera ventas o una Web que clama en el desierto.

Así de sencillo