Vitaminas para tu Web: 4 claves para dar potencia a tus contenidos
20 de diciembre de 2021¿Qué hay detrás de las ayudas del Kit Digital?
13 de enero de 2022Sí, has leído bien: adivinamos el futuro de tu empresa.
Y no somos descendientes de Nostradamus ni tenemos una bola de cristal a la que le preguntamos sobre el futuro y nos da una respuesta sobre lo que va a pasar con tu empresa. Ni tan siquiera somos amiguetes de Rappel; lo conocemos solo de verlo en la tele.
Pero si tenemos algo que nunca falla: la perspectiva y el conocimiento necesario para saber que está pasando en el mundo de los negocios y que ya es irreversible.
Pero antes vamos a hacer un poco de historia, por aquello de la perspectiva.
Va a ser muy breve para no aburrirte, prometido.
Tras está breve y necesaria introducción, pasaremos a hacer la magia de la adivinación y predeciremos con mucho acierto lo que va a pasar con tu empresa en el futuro.
Un poco de historia de la tecnología y la visión de futuro
A mediados del siglo XVIII se inicia la revolución industrial en Gran Bretaña, aunque se extendería muy rápido por toda Europa y la América anglosajona.
Fue un punto de inflexión en la historia que transformó de forma radical la vida cotidiana de las personas y la forma de funcionar del mundo.
Se transformó el mundo agrícola, la forma de adquisición y producción de la energía, los transportes y la fabricación de bienes. De esta forma, se intensificó el desarrollo de nuevas ideas y formas de hacer las cosas, se abarataron los costes y se aumentó la producción notablemente.
Desde el principio, y durante bastante tiempo después, hubo detractores que auguraban poco futuro a las máquinas, tildándolas de contaminantes, demoniacas, poco eficientes o sin futuro. Evidentemente aquellos empresarios o propietarios de tierras o talleres que no supieron ver y adaptarse a esta nueva forma de hacer las cosas, desaparecieron.
Tal vez no en un día, en un año o en un lustro; pero negar esa transformación los abocó de forma irremediable a la extinción.
Sin embargo, aquellos que lo supieron ver, se adaptaron y se subieron al tren de la era tecnológica progresaron y se hicieron con todo el pastel.
De ahí nacieron grandes empresarios como Henry Ford, los grandes magnates del transporte y la fabricación textil y cientos de miles de otras empresas y sectores que desbancaron a sus competidores al ser más eficientes, productivas y económicamente rentables, que al final es lo único que importa en un negocio. Y si no los desbancaron, adaptándose al progreso al menos tuvieron opciones de subsistir.
Bien, ahora vamos con lo prometido, aunque seguro que ya te estás oliendo lo que va a pasar con tu empresa en el futuro.
Ahora si: el futuro de tu empresa
Estamos inmersos en una nueva revolución tecnológica.
Y aunque nos parezca que lleva toda la vida con nosotros, el mundo con Internet, las webs, las redes sociales y los smartphones son tecnologías que hace tan solo 15 años no existían de forma popular.
Digamos que ahora mismo, haciendo una comparación “grosso modo”, estamos desarrollando las máquinas de vapor de la revolución industrial, es decir, queda mucho camino por recorrer y el momento de subirse al tren es ahora; no hacerlo de forma radical va eliminando las posibilidades de supervivencia de las empresas.
Por tanto, el futuro de las empresas, la tuya y todas, solo tiene dos respuestas posibles.
La primera es que la adaptes a los nuevos tiempos y la digitalices.
Empezando por tener presencia en Internet, pero no de cualquier manera y en un único canal.
Tu empresa necesita un sitio Web profesional, preparado para verse en cualquier tipo de dispositivo, adaptado a idiomas si tienes presencia y clientes internacionales y que sepa comunicar a tus potenciales clientes de forma clara, cercana y convincente sobre qué es lo que les ofreces. Y da igual si es un producto o servicio o si la venta se produce Off line u On line, necesitas estar en Internet o no existes. Ni ahora ni mucho menos en el futuro.
Además, un sitio Web debe ser algo “vivo”, es decir, las páginas Web de empresa son un recurso que debe estar en constante actualización, adaptando el mensaje a los cambios de la empresa, los clientes y los tiempos. Algo así como la decoración de las casas, que tu web no parezca la de “Cuéntame”.
Y al igual que usamos el móvil para multitud de tareas que nos facilitan la vida y nos ahorran tiempo, tu empresa necesita un CRM y/o un ERP de gestión por lo mismo, por facilitarte la vida profesional y el desempeño de tareas.
Porque de esa manera serás capaz de comunicarte y hacer seguimiento de tus clientes de forma ágil y efectiva, poniendo toda esa información a disposición de tu equipo o departamentos necesarios en virtud de que la monitorización, análisis y seguimiento del trabajo y su productividad sea competitiva y puedas seguir siendo rentable y sostenible.
A nadie se le ocurre llevar la contabilidad en un libro de cuentas y llevar agendas de papel te hace ser más lento y menos efectivo. No hablemos de los que llevan toda la empresa con hojas de Excel, que si bien hace unos años eran la bomba, hoy en día y para esos fines son un engorro.
Así mismo, tener una estrategia de comunicación bien diseñada y con unos objetivos marcados es fundamental para ser visible y que no sea tu competencia la que se lleve la mayor tajada de la cuota de mercado a la que vayas dirigido. No hacerlo te irá relegando al olvido y tal vez no hoy, ni mañana, ni en dos años, pero con el tiempo desaparecerás, de eso no hay duda.
Porque hoy en día y siempre, una empresa ha de ser competitiva y rentable, y mucho más en este mercado global en el que vivimos.
Como anécdota, hace un par de años descubrimos que la empresa que más tablas y equipamiento de surf vendía en el sur de España era una empresa ubicada en Alemania; manda webs…
Y así pasa con todo.
Ya no compites con los de tu polígono industrial o tu ciudad…ni siquiera con los de tu país; compites con todo el mundo, y hay algunos super preparados para atacar en cualquier punto del planeta, aunque estén a miles de kilómetros.
Por tanto, si quieres seguir trabajando en tu empresa, mantener el negocio en marcha y dejárselo a tus hijos (si los tienes), venderlo cuando seas viejito o lo que sea que tienes pensado para el futuro, no tienes otra opción que empezar a pensar en invertir en digitalización. No hay alternativa.
No hacerlo sería como tratar de competir con tu vecino que tiene un tractor y una cosechadora mientras tu sigues recogiendo el cereal a mano con dos mulas y un carro. INVIABLE de todo punto.
La otra opción de futuro para tu empresa es no hacer nada de todo esto y pensar que, si tu empresa lleva funcionando así desde hace años, para que cambiar.
Entonces el futuro de tu empresa es cerrar. Más tarde o más temprano, pero es seguro que cerrarás.